Existen cuencos fabricados de tres, cinco o siete metales principalmente, como lo hemos visto en nuestro artículo sobre el orígen y el uso de los cuencos tibetanos cantores. En este artículo, trataremos sobre el cuenco tibetano 7 metales. Para saber cómo hacer sonar un cuenco tibetano, un otro artículo está dedicado a este tema.
Los siete metales sagrados utilizados en la fabricación tradicional de los cuencos tibetanos están en el orden siguiente: cobre, estaño, hierro, plomo, mercurio, plata y oro. Considerados sagrados desde la antigüedad, varias tradiciones honran a los siete metales asociándolos a los siete planetas.
Es raro, pero no imposible, encontrar los cuencos tibetanos cantores compuestos de plata y oro, más allá de una pequeña cantidad. Los cuencos de siete metales, respetarían la aleación original. Así, su sonido estaría más cerca del sonido original.
La aleación de siete metales corresponde a un sistema simbólico basado sobre el número siete: sietes astros, siete chakras y los siete días de la semana.
Composición de cuencos tibetanos de 7 metales
Descubramos las propiedades sonoras, pero también las energéticas y simbólicas de los metales que componen los cuencos tibetanos de 7 metales.
Cobre
El cobre está asociado al planeta Venus, el viernes y al chakra del corazón.
El elemento cobre es necesario en pequeñas dosis para el desarrollo de la vida. Es el metal más antiguo utilizado por el hombre. El cobre es maleable y fácil de trabajar. Siendo así un metal muy distribuido. Su alta conductividad, hacen de él un metal de predilección para utensilios de cocina. De color rojizo, naranja o marrón, lo encontramos en muchas aleaciones.
El cobre tiene propiedades antibacterianas. Durante el siglo XIX, los médicos usaban el cobre durante epidemias como el cólera. El cobre es también un insecticida y un control de plagas, estando presente en la composición de productos de higiene y mantenimiento. En homeopatía, cuprum metallicum, los especialistas utilizan el cobre en gastroenterología, para tratar la esfera otorrinolaringológica, así como los espasmos y los trastornos de comportamiento.
El cobre es el metal principal utilizado para la fabricación de cuencos tibetanos de 7 metales.
Estaño
El estaño está asociado al planeta Júpiter, al jueves y al chakra del tercer ojo.
Desde la Antigüedad, se utilizaba el estaño como capa protectora para cubrir los utensilios de cobre. Protege al cobre de la oxidación. Lo encontramos en la moneda, herrajes, esculturas…en homeopatía, stannum metallicum, los especialistas lo utilizan para tratar la bronquitis, la tos, migrañas y neuralgias.
Hierro
El hierro está asociado al planeta Marte, al martes y al chakra de la raíz.
Es seguramente el metal más común en nuestro medio. Fabricado desde el inicio de los tiempos, conocemos su importancia en la tecnología ya que da nombre a la Edad del Hierro, alrededor de mil años antes de J.C.
El hierro es también un oligoelemento importante en muchos ecosistemas. Está presente en el cuerpo humano, sobre todo en la sangre. Lo encontramos en farmacias bajo diferentes formas. En homeopatía, ferrum metallicum, se prescribe principalmente para tratar la anemia.
Plomo
El plomo está asociado con el planeta Saturno, al sábado y al chakra de la corona.
Los especialistas clasifican al plomo como tóxico. Probablemente es también cancerígeno. Está presente en grandes cantidades en nuestro ambiente debido a la explotación industrial. Al envenenamiento por plomo se le llama saturnismo.
Mercurio
El mercurio es asociado al planeta del mismo nombre, al miércoles y al chakra de la garganta.
Es también muy tóxico. A pesar de todo, se amalgama con el oro y la plata desde hace miles de años. También se utilizaba para diferentes remedios. Existen compuestos de mercurio que son antifúngicos y antisépticos, es por tal razón que lo encontrábamos en los medicamentos antes de su prohibición parcial en el mercado.
Es parte de la composición de ciertas vacunas: la homeopatía utiliza diluciones muy bajas en mercurio para sanar las intoxicaciones por metales pesados.
Tenga la seguridad de que las cantidades de plomo y mercurio que existen en la aleación de los cuencos tibetanos son ínfimas y no representan, a priori, ningún riesgo. De cualquier manera, no recomendamos utilizar los cuencos para servir comida, por el hecho que existe la presencia de estos metales, aunque así haya sido su uso durante siglos.
Plata
La plata es asociada a la Luna, al lunes y al chakra sacro.
La plata es un germicida, fungicida así como también un analgésico. En los hospitales, los médicos usaban la plata como desinfectante. En homeopatía, argentum metallicum, los doctores lo utilizan para curar las infecciones de otorrinolaringológicas, así como ciertas dolencias ginecológicas y psicológicas.
Oro
El oro está asociado con el sol, el domingo y al chakra del plexo solar.
Metal noble e inalterable por excelencia, atraviesa la historia humana. En homeopatía, aurum metallicum, puede sanar trastornos otorrinolaringológicos, hipertensión, depresión y alcoholismo.
Los cuencos tibetanos de 7 metales, reaccionan sobre los 7 chakras. Si deseáis saber más sobre los 7 chakras leed nuestro artículo Los cuencos tibetanos y los chakras.
¿Por qué elegir un cuenco tibetano cantor de 7 metales?
Un cuenco de canto tradicional
Podemos considerar los cuencos tibetanos de 7 metales como los cuencos tibetanos tradicionales. Luego de que se adquiere un cuenco tibetano, es muy importante de interesarse en la calidad de su fabricación y en la calidad de los materiales que lo componen. La calidad del sonido que se obtiene se determina por la calidad de los materiales que componen al cuenco tibetano. Por ejemplo, un metal blando como el cobre produce un sonido más cálido que un metal más duro. El respeto de las aleaciones antiguas como las de los cuencos tibetanos de 7 metales, nos permiten por lo tanto de obtener un sonido más cercano de aquellos emitidos originalmente por los cuencos tradicionales.
El sonido puro del cuenco tibetano de 7 metales
Con los metales originales, obtendréis un sonido más puro. Según los procedimientos tradicionales o si tenéis la suerte de poseer una antigüedad, podéis remarcarlo fácilmente. Es un sonido muy cercano al que se ha pasado de generación en generación. El sonido que sonará en vuestro departamento moderno, con un cuenco tibetano de 7 metales, será el mismo que aquel emitido en las montañas del Nepal o el Tíbet el siglo pasado.
Un objeto al servicio de una práctica auténtica
Así, su sonido nos une a la larga cadena de seres humanos que han producido y escuchado este mismo sonido a través de siglos. Su efecto psicológico es importante en la terapia de sonido, donde reconocemos que existen los sonidos llamados sonidos familiares, los cuales nos conectan con el mundo y con los demás. El objeto mismo, por su simple presencia en el ambiente, nos relaciona con un conjunto de prácticas. Su valor estético, su calidad, peso, su pátina y la vibración de los metales que lo componen, son elementos que participan en el valor real de nuestra práctica.
Hacer una elección de la aleación original como aquella de los cuencos tibetanos de 7 metales, es elegir un objeto auténtico, para ponerlo al servicio de una práctica auténtica. Para saber dónde comprar vuestro cuenco tibetano, os recomendamos leer el artículo referente a este tema.