Las varillas de radiestesia o « dowsing rods » en inglés, han permitido al hombre encontrar agua por milenios. Descendientes del palo adivinatorio, las varillas de zahorí son el orígen de muchos descubrimientos increíbles: reservas de agua pero también depósitos de metales y ruinas arqueológicas.
Las varillas son en la actualidad utilizadas por radiestesistas, zahoríes y geobiólogos. Daremos una breve descripción para conocer su historia y pruebas científicas. Así como el uso que se le da a las varillas de radiestesia.
Para descubrir las varillas que nosotros proponemos os invitamos a conocer nuestra tienda en línea. Para conocer tener un conocimiento global consultad « La radiestesia, historia y aplicaciones ».
Orígen de las varillas de radiestesia
La ciencia de los zahoríes es muy antigua y parece que se remonta a la prehistoria. No es de sorprender que la búsqueda de agua potable esté ligada a la supervivencia de la especie humana. Desde hace mucho tiempo se le nombraba en otras épocas como rabdomancia. El cual es un término constituido del griego, rhabdos, vara y manteia adivinación.
La rabdomancia definía no sólo la búsqueda del agua sino también todas las técnicas de adivinación basadas en varitas, palos incluso flechas. Este amplio dominio abarcaba incluso el mismo Yi-king, un sistema de adivinación chino utilizando pequeños palitos de madera. En Asia, muchos oráculos están compuestos por palos de madera de diferentes tamaños, que se avientan en sorteo. Las varitas llegan a manos de diversas figuras de autoridad espiritual.
La representación de las varillas en diferentes culturas
Entre las cuales podemos encontrar las representaciones egipcias, mostrando a los faraones sosteniendo varillas como instrumentos de poder. Las fascinantes pinturas rupestres de Tassili, descubiertas en el Sahara algeriano. Datan de alrededor mil años antes de J.C y muestran igualmente hombres con varitas. En la antigua Roma, el palo era un instrumento adivinatorio. De acuerdo con la Biblia, Moisés hace brotar agua de una roca golpeándola con el palo. En efecto, Moises es considerado como el primer zahorí de la historia.
Las varillas de radiestesia hacen su aparición en el patrimonio cultural de los sumerios, hebreos, celtas, romanos y griegos, pero también en la India o entre los esquimales. Los zahoríes solían ser figuras de autoridad, sacerdotes, guías o jefes.
En Europa, los registros escritos del uso de las varillas de zahorí, con el fin de encontrar agua y metales, se remontan al siglo XV en Alemania. Se encuentra la mención escrita de varillas de madera para la búsqueda de minerales en el documento sobre la metalurgia del autor Agricola (De Rea Metallica, 1556). En su obraje, describen a los mineros alemanes haciendo uso de las varillas para detectar depósitos de oro.
Las varillas de radiestesia detectan fuentes
Pareciera que las varillas de radiestesia para detectar el agua y los metales, sean una extensión de las varitas adivinatorias, el cual se ha usado por milenios.
En el siglo XVII, en Francia, el matrimonio Beausoleil popularizó los palitos para encontrar agua subterránea. Sus impresionantes resultados inspiraron a muchos otros zahoríes, mostrando un gran interés por el arte de buscar fuentes. Es en esta época cuando la radiestesia floreció.
Una práctica en un principio prohibida
Aun así, las varillas y su afiliación a la radiestesia y adivinación no han complacido a todo el mundo. La iglesia condenó varias veces el uso de los palillos de zahorí, aún cuando muchos hombres de fé las ponían en práctica al buscar fuentes de agua. Al igual que el péndulo, cuyo uso adivinatorio fue condenado por el Papa en 1326, las varillas de radiestesia suscita miedos y Lutero condena su uso en 1517.
Una herramienta considerada clandestina
Para Lutero, el uso de las varillas quebranta el primer mandamiento, pues es considerado como ocultismo. Desde su punto de vista, el primer mandamiento prohíbe adorar a otros dioses si no que también toda clase de ídolos. Condena, en particular, a la superstición. Estas condenas incluyen la búsqueda de agua con varillas asociándolas con la magia. Para algunos miembros de la Iglesia, tanto católica como protestante, las oscilaciones de las varillas eran una manifestación del diablo en persona. Los mismos alquimistas veían la magia en esto. Sin embargo, se rumorea que el Vaticano estaba llamando a los zahoríes.
Investigar para comprender mejor estas herramientas
En 1701, el libro de Pierre Le Lorrain abad de Vallemont intitulado « La Física Oculta o el tratado de las varillas adivinatorias » fue prohibido por la iglesia después de una búsqueda encabezada por la Inquisición. Las teorías energéticas, o teoría de « flujos » por retomar el vocabulario de la época, no son del gusto de la Iglesia. Ya que se acercan peligrosamente al animismo, la magia o el misticismo. En efecto, en su libro, Vallemont menciona que los flujos que emanan de los vivos y de la tierra, hacían inclinar la varita:
« Finalmente explico la simpatía de la vara de avellano con los metales y demás cosas sobre las cuales se inclina, a través del fluir de la sutil materia que transpira en todos los cuerpos y que se esparce en ella»…
Este flujo de materia sutil puede también ser en forma de vapor, mientras estamos en la búsqueda del agua:
« Se elevan vapores sobre las ramas de agua, que hacen que se incline la varita adivinatoria. »
Según el autor, estos vapores se elevan desde las aguas superficiales pero también en el seno de las montañas. La varilla de radiestesia detecta y reacciona antes estos vapores, mostrados como flujos de materia sutil. En su obra, habla de « flujo de materia sutil » y se interesa de hecho al magnetismo terrestre. Este concepto, poco explorado todavía en nuestros días, provocó un cierto escepticismo. La idea de « flujo » es aún muy borrosa y Mesmer no la había amparado aún, pero de cualquier modo siembra la duda para cualquier propósito. Esta zona no muy clara, otorga un espacio para el misterio o la magia.
El campo magnético terrestre desde entonces ha sido mejor comprendido. Científicos franceses lo han reproducido en laboratorio hace una década. Por lo tanto, desde 1919, el científico británico Sir Joseph Larmor presentó la teoría que el campo magnético terrestre es generado por los movimientos de un fluido conductor de la electricidad.
Explicación del funcionamiento de las varillas de radiestesia
¿Qué pasa luego de que el radiestesista detecta el agua? La explicación más sencilla es la siguiente: La varita salta cuando el cuerpo del radiestesista se encuentra bajo la influencia de una variación en el campo magnético terrestre. Esta variación viene ya sea de las corrientes de electro filtración del agua por masas metálicas o de una variación de la corriente eléctrica.
Si bien las sensibilidades del péndulo varían, parece que somos más sensibles al agua. Según el profesor Rocar, alrededor de cincuenta por ciento de nosotros podría experimentar un sobresalto de la varita en nuestros primeros intentos.
Las varillas también pueden actuar como una extensión del cuerpo de la persona, permitiendo amplificar las sensaciones ya presentes en ella. Como con el péndulo, muchos radiestesistas hablan de la importancia de la concentración, para llegar a un estado de receptividad óptimo y captar los cambios más sutiles. Una interpretación más física de este mismo argumento, menciona que las reacciones de la varita son la amplificación de micro movimientos musculares del radiestesista. Estos micromovimientos son reacciones a la presencia del agua.
Para el parapsicólogo, arqueólogo y explorador inglés T.C Lethbridge, todos los objetos y todas las cosas vivientes emiten rayos de energía, que pueden ser detectados con la ayuda de herramientas como el péndulo o las varillas. Lethbridge publicó en su obra acerca de este tema en 1965 donde se interesaba por la percepción extrasensorial. [1]
Muchas obras exploran estos aspectos sobre la detección en las variaciones de campos magnéticos y amplificación de la percepción. Hay diferentes maneras de comprenderlas. Recientemente, Michel Moine, antiguo periodista de la radio francesa RTL, dejó un cierto número de obras dedicadas a este tema. Tales como el excelente libro « Guía para la radiestesia ».
Los radiestesistas y la radiestesia frente a la ciencia
Para muchos científicos, las probabilidades de éxito para detectar el agua son muy pequeñas y son demasiado bajas para considerarse significativas. Si el éxito no sobrepasa el umbral de aleatoriedad, entonces los científicos desacreditan los resultados de los radiestesistas. Varias veces, los científicos han puesto a prueba a los radiestesistas. La historia nos muestra que a cada vez, los experimentos fallan.
¿Porqué tan malos resultados? Según los defensores de las varillas de radiestesia, el ambiente exigido por el protocolo científico es puesto bajo presión sobre los participantes y habría sido suficiente para impedir el acceso de su espectro de sensibilidad radiestésica. Los radiestesistas admitieron que los resultados obtenidos difieren enormemente de una persona a otra y de una situación a otra.
En 1986, uno de los experimentos científicos de más grande amplor y más conocidos, fue el llevado a cabo por la Universidad de Munich. En el cual se reúne a cuarenta y tres radiestesistas, seleccionados de entre quinientos candidatos. Los participantes debían detectar un conducto de agua doble a ciegas. La mayoría de los radiestesistas no lograron alcanzar las calificaciones aprobatorias fijadas por los científicos. Sin embargo, un puñado de entre ellos generó sorpresa alcanzado un alto porcentaje de éxito. Estos resultados desafiaron toda explicación y se destacaron claramente del resto.
Estos experimentos, si no permitieron probarlo, ¡al menos pudieron identificar a los mejores radiestesistas de entre ellos!
Algunos descubrimientos realizados gracias a las varillas de radiestesia
Sin embargo, a pesar de los fracasos en los experimentos científicos, ciertos personajes hacen que la gente hable de ellos y de sus descubrimientos, dejando a los científicos de boca abierta. A partir de una técnica muy simple, como la búsqueda con las varillas, algunos radiestesistas han podido hacer descubrimientos sorprendentes. A continuación mencionamos algunos.
Durante los años cincuenta, el radiestesista estadounidense Henry Gross descubrió los manantiales subterráneos de las Bermudas. Según los geólogos de la época, no había manantiales subterráneos en las Bermudas y su búsqueda había fallado. Sin embargo, Henry Gross fué a su búsqueda y algunos meses más tarde, con el apoyo del gobierno de Estados Unidos, tres pozos fueron perforados brotando de agua, poniendo fin a la discordia gracias a esta evidencia.
Las varillas de radiestesia y el palacio de Versalles
En Francia, la historia de la fuente del Palacio de Versalles continúa sorprendiendo. Cuando el suministro de agua era un problema mayor y que el rey alardeaba de su fortuna mandando construir estructuras gigantescas como la máquina de Marly. Maria Antonieta hace venir a un radiestesista, del cual se dice solo tenía siete años. El niño, de nombre Barthélémy Bléton, reaccionaba físicamente a la presencia de agua subterránea. Tenía un don. Este niño pequeño fue quien descubrió el manantial subterráneo de Versalles, el cual alimenta la fuente de Trianon. El agua mineral y ferruginosa reveló ser de la más alta calidad. Este descubrimiento atrae a muchos curiosos. Rápidamente se le atribuyen también propiedades medicinales. Varias pruebas fueron verificadas varias veces por farmacéuticos y científicos, cuyos análisis confirman la calidad del agua.
Las varillas de radiestesia sirven también para detectar minerales (hierro, uranio, oro, etc.) o incluso petróleo. Así como también, las minas de potasa en Alsacia fueron descubiertas por el radiestesista Grizez, que en 1904, detectó un importante yacimiento con su caña de ballena. Grisez precisó, no solo el lugar donde había que prospectar, si no que también describe la importante capa mineral que lo cubría (400 metros). ¡Este descubrimiento le valió una bonificación de tres millones de francos en aquella época!
En la actualidad, hacemos llamado a radiestesistas antes de perforar los pozos o para aconsejarnos sobre la ubicación de nuevos edificios.
Se dice que pueden detectar a veces aspectos que se le escaparían a un ingeniero equipado con instrumentos de medición.
¿Cómo elegir sus varillas de radiestesia?
Lo que es seguro, es que se aprende mejor por experiencia propia. Para eso, nada podría ser más fácil. Primero que nada habéis de conseguid vuestras varillas de radiestesia.
Los diferentes tipos de varillas de radiestesia
La varilla en forma de Y
La varilla en forma de Y (todavía conocida como varilla bifurcada) se toma por las 2 extremidades de la « Y », palmas hacia arriba y antebrazos extendidos. Los pulgares bloquean la extremidad de cada rama.
Las varillas de radiestesia en forma de « Y » pueden ser de metal (latón, cobre, etc.), plástico, de fibras, madera (sauce, avellano, etc.).
Cabe remarcar que, las varillas en « Y » tradicionalmente estaban fabricadas en madera del árbol avellano.
Las varillas paralelas
Varilla en forma de codo, varillas paralelas (dichas en L) son consideradas por el profesor Rocard como una de las más precisas y confiables para los radiestesistas.
Se toman por las asas, una en cada mano y reaccionan cruzándose o separándose una de otra. Es el tipo de varilla más utilizada junto con las varillas en forma de « Y ».
Son generalmente hechas de metal, a menudo de cobre o latón junto. Sus mangos del mismo material o en plástico.
Es importante especificar, que la elección del material es personal y que no tendrá ninguna influencia en el desempeño de vuestras varillas.
¿Cómo usar las varillas de radiestesia?
Estar en buenas condiciones antes de la utilización de las varillas de radiestesia
Independientemente de las varillas que se usen, antes que nada habrá que asegurarse que se cuenta con buenas condiciones (físicas, mentales, contextuales, etc.).
Poned atención a los elementos que os rodean, en particular a aquellos que podrían interferir con vuestra búsqueda.
Aseguraos que no hay contaminación electromagnética alrededor. Se puede tratar de una antena telefónica en el paisaje, pero este tipo de contaminante puede también venir de los objetos personales. Los relojes de cuarzo, por ejemplo, provocan interferencia para el radiestesismo. Los móviles y todos los aparatos eléctricos que contengan cuarzo también representan contaminación electromagnética. Por lo tanto, más vale dejar en el vestidor todos vuestros equipos eléctricos. Y si tenéis compañía, verificad que los otros hagan lo mismo.
Enseguida, es el momento de establecer vuestra convención mental. Se trata de afirmar cuál es el objeto de vuestra búsqueda. Podéis simplemente concentraros mentalmente sobre el objeto o afirmar en voz alta, por ejemplo: « busco agua ».
Utilización de las varillas en « Y » o en « U »
Con las varillas clásicas, es decir en « Y » o en « U », se tendrá que sostener la varilla firmemente a cuarenta y cinco grados frente a uno.
Se camina lentamente, palmas orientadas hacia el cielo, guardando los antebrazos estirados. Mantenemos la varilla de radiestesia paralela al suelo, teniendo tan solo la bifurcación de frente. De que se haya detectado la presencia del agua, la varilla se revelará. Ésta creará una presión entre las manos. Puede sorprender la primera vez. Cuando llegamos al límite de un manantial subterráneo o de un manto freático, la varilla se tranquiliza y la tensión disminuye.
Luego de este ejercicio, tened cuidado con vuestras manos. En efecto, con las palmas mirando al cielo, un simple movimiento en vuestro puño será suficiente para hacer reaccionar a las varillas. Cuidad entonces que vuestras manos y muñecas estén quietas.
Uso de las varillas paralelas
Con las varillas paralelas, en L, tomad una varilla en cada mano y dirigirlas hacia al frente. Se toman las dos varillas cuidando de que no apunten ni hacia ni hacia abajo.
La distancia exacta entre las varillas es individual: es igual a lo ancho de vuestro pecho.
Los codos deben permanecer pegados al cuerpo, sin cerrarlos mucho tampoco, los hombros relajados.
Mantened vuestra postura estable y las varillas perfectamente a la horizontal. Después de haber fijado vuestra atención, mientras mantenéis cierto desapego a ella, podéis comenzar a desplazaros lentamente.
Luego de que las varillas detectan el agua, o corrientes relacionadas con los metales, se cruzaran en forma de X frente a vosotros. Pueden igualmente separarse súbitamente una de otra. También es posible que sean atraídas hacia otra dirección. En este caso, seguid la dirección hasta que las varillas se crucen o se separen.
Paciencia…
Al principio, pueden pasar muchas cosas. Por ejemplo, podéis observar movimientos bruscos en las varillas o que se cruzan, sobre resortes o metales, pero no encontrarlos. ¿Por qué? Porque lo que le falta muy seguido a los principiantes es que esa agua o ese metal pueden estar muy profundos en el suelo. Por lo tanto, ¡es inútil de cavar en vano! Reuniéndose con otros radiestesistas, será mucho más fácil lidiar con este tipo de error.
¿Qué tipos de investigación se pueden realizar con las varillas de radiestesia?
Aparte de la búsqueda de mantos acuíferos, las varillas permiten la detección de metales y configuraciones energéticas como los puntos de Hartmann. Las varillas pueden también servir en geobiología y aportar información en cuanto al Feng-Shui de un lugar o una casa. También pueden igualmente servir a localizar un objeto fuera de lugar, con la misma convención que con un péndulo. Para conocer más, consultad nuestro artículo « Cómo establecer su convención mental con el péndulo ».
Un radiestesista experimentado es capaz no sólo de localizar una fuente de agua, si no que también puede determinar su profundidad, la dirección de la corriente, el flujo y tamaño del depósito.
Descargad gratis nuestros 52 diales de radiestesia
